Atlético Tucumán superó por 2-1 a Chacarita como local y logró una victoria fundamental en la pelea por la permanencia. Los tucumanos, que están anteúltimos en la tabla de promedios, quedaron cuatro puntos por encima del Funebrero, encadenado en el fondo con la peor cosecha. El anfitrión asumió el protagonismo desde el inicio y decidió escalar por la franja derecha de la mano de César Montiglio. Con una buena presión en el medio, los tucumanos consiguieron adelantarse en el campo pero no encontraron precisión en los centros, ya que la mayoría de ellos superaba a los delanteros Luis Rodríguez y Emanuel Gigliotti.
Por su parte, Chacarita procuró explotar el contragolpe pero Diego Morales, su conductor, nunca pudo hallar espacios para comandar las réplicas. Los puntas Facundo Parra y Cristian Milla quedaron aislados y tampoco se usaron bien las bandas. Además, el arquero Sebastián Cejas fue exigido con riesgo en cada pelota parada e inclusive tuvo que salir a cortar un par de corridas de Rodríguez.
El árbitro Saúl Laverni detuvo el juego a poco del entretiempo por los altercados entre ambas parcialidades en un sector de las tribunas. Cuando volvió la calma, se quebró la monotonía con dos goles de tiro libre.
A los dos minutos del total de seis de alargue, Emanuel Centurión sorprendió a un confiado Lucas Ischuk con un tiro libre desde lejos y el Funebrero abrió el marcador. Cuatro minutos después, Cejas también tuvo una falla grosera y el zurdo Sebastián Longo puso el empate con un tiro libre con curva, desde la derecha. Justicia plena para un periodo signado por la paridad.
Chacarita exhibió mayor agresividad en el arranque del segundo tiempo y pudo haber marcado por intermedio de Echeverría, quien se desmarcó tras un tiro libre de Centurión y remató al pecho de Ischuk, en el área chica. El ingreso de Erroz por Pereyra y la salida de Rodríguez por lesión pronosticaron una merma en el rendimiento del local. Sin embargo, el paraguayo Fabio Escobar, reemplazante del Pulga, puso el 2-1 tras aprovechar un pelotazo de Erroz y eludir la pobre resistencia de Cejas.
En un duelo tan cerrado y con tantas cosas en juego, un tanto como el de Escobar suele definir el marcador. El conjunto dirigido por Osvaldo Sosa se enfocó en sostener el triunfo con corazón, mientras que los de Fernando Gamboa fueron a la carga con el retorno de Alustiza.
La angustia de los últimos minutos se disolvió ante la explosión tucumana luego del pitazo final de Laverni. Atlético sigue sin despegar futbolísticamente pero ganó una auténtica final que puede servir de plataforma. Por su parte, el panorama de Chacarita cada vez es más oscuro.
Texto y foto www.tycsports.com
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