La Academia consiguió su tercer triunfo consecutivo y tomó más aire en su lucha por mantenerse en Primera. El gol lo hizo Lucero (PT 9m). El Taladro, en cambio, se complicó en el Promedio.El festejo de los hinchas de Racing, incluso antes de consumarse la victoria, dejó claro que entre el equipo de Caruso Lombardi y la gente está comenzando un romance. Y el DT es el principal responsable de que esto ocurra, porque desde que se calzó el buzo, La Academia cambió la cara. Con el triunfo ante Banfield por 1-0, sufrido, el conjunto de Avellaneda le ganó a un rival directo por la permanencia y se alejó de la zona caliente.
Los primeros veinte minutos de Racing en la cancha fueron los mejores dentro del partido. Recién comenzado el juego, los locales ya pudieron haberse puesto en ventaja en una confusa jugada que protagonizaron Pablo Caballero y Cristian Lucchetti: el delantero la mandó al fondo del arco, pero el árbitro Gabriel Brazenas marcó falta sobre el arquero. Rápidamente, La Academia tuvo revancha y Adrián Lucero facturó tras una buena maniobra colectiva.
El juego de Banfield en el primer tiempo fue muy pobre. Mientras Julio Falcioni mantuvo el esquema clásico de 4-4-2, la reacción del Taladro fue muy pobre, y los encargados de generar riesgo sólo lo hicieron en ocasiones aisladas y aislados ellos mismos de sus propios compañeros. Cada uno por su lado, los jugadores del visitante se las arreglaron para solucionarle los problemas a la defensa de Racing, que así pudo llegar a su quinto partido sin recibir goles.
Con el correr del tiempo el dramatismo fue haciéndose dueño del partido. Caruso mandó a la cancha a Peppino y comenzó a armar una muralla en defensa, mientras que Banfield, cegado en busca de la igualdad, cascoteó el arco de Migliore. Justamente el arquero se ganó una de las máximas ovaciones de la noche cuando visiblemente descompuesto, arrodillado, vomitando y gesticulándole a los médicos del plantel, se levantó para cortar un contraataque y le atajó una pelota increíble a Santiago Silva.
El Taladro estuvo cerca del empate, pero no lo consiguió por varios motivos: el primero fue la resistencia de Racing; el segundo, las pocas ideas en ataque; y el tercero, la mala suerte, porque la volea de Gerónimo Barrales que pegó en el palo tranquilamente podría haberse metido. Recién con las entradas de James Rodríguez y Sebastián Fernández las cosas mejoraron un poco, pero Banfield no pudo y cada vez está más complicado, a sólo dos puntos de Racing en la lucha por la permanencia y sin síntomas de recuperación.
Texto y foto www.tycsports.com
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