La Academia fue mucho más que Independiente, ganó por 2-0 y se quedó con el clásico. Sand tuvo su revancha con dos goles y el Rojo, que jugó un tiempo con 10 por la expulsión de Morel Rodríguez, se hunde en el promedio.
El clásico se hizo esperar por la lluvia, llegó y fue Racing el que tuvo la gran alegría. En el Cilindro, por la tercera fecha del torneo Inicial, la Academia ganó por 2-0 y fue justo José Sand el encargado de marcar los dos goles de la clara victoria.
Racing buscó tener la iniciativa en el arranque y a la salida de un córner, a los dos minutos, pudo haber llevado peligro por primera vez al área rival si Ricardo Centurión terminaba bien la jugada. Independiente emparejó el desarrollo con la tenencia de la pelota, aunque el local insinuaba que con menos toques y más vértigo podía complicar.
Racing buscó tener la iniciativa en el arranque y a la salida de un córner, a los dos minutos, pudo haber llevado peligro por primera vez al área rival si Ricardo Centurión terminaba bien la jugada. Independiente emparejó el desarrollo con la tenencia de la pelota, aunque el local insinuaba que con menos toques y más vértigo podía complicar.
Luis Zubeldía mandó a Centurión por la derecha y le generó un gran problema al Rojo, que tenía buena salida con Federico Mancuello y Claudio Morel Rodríguez pero dejaba muchos espacios. A los 19m, Iván Pillud lo vio a José Sand y Roberto Russo cerró justo y, a los 27m, el Pepe se lo perdió después de una buena asistencia de Gabriel Hauche.
Un par de minutos más tarde llegó la apertura: Pillud se la sacó a Mancuello en el banderín del córner, prolongó para Centurión, el mediocampista siguió para Hauche, el Demonio tiró el centro, Russo se resbaló y le quedó a Sand, quien se acomodó y sacó un derechazo cruzado que se metió pese a la estirada de Hilario Navarro.
La ventaja agrandó a Racing, que fue mucho más hasta el cierre del primer tiempo. Hilario le sacó el segundo a Sand y la cabeza de Tuzzio evitó el grito de Diego Villar. Y, en la última, Centurión lo encaró a Morel Rodríguez, el defensor lo bajó en el borde del área y vio la segunda amarilla. Al descanso.
Cristian Díaz mandó a Mancuello al lateral, Paulo Rosales ingresó en lugar de Fabián Monserrat e Independiente manejó la pelota en el arranque del complemento. Es más, tuvo una muy clara a los 9m: Villar y Pillud no se hablaron en la mitad de la cancha, le quedó a Farías, el Tecla se demoró, Rosales tampoco resolvió bien y Racing se salvó.
El equipo de Zubeldía volvió a lastimar por la derecha cuando se jugaba el cuarto de hora y Navarro le sacó con la pierna el segundo a Hauche. Ya en la izquierda, Centurión continuaba desequilibrando con su gambeta y haciendo amonestar contrarios. Tuzzio cruzó justo luego de un remate de Hauche, quien una jugada más tarde se lo perdió al querer tocarla por encima de Hilario. Pillud también se animó de afuera.
Racing estaba muy cerca del segundo y, finalmente, llegó: a los 29m aparecieron otra vez Hauche y Centurión, éste lo vio solo a Sand por el medio y el goleador no perdonó en el área chica. En medio de la fiesta desatada en el Cilindro, el balón le llegó a Sebastián Saja, el arquero salió jugando y sintió una molestia que lo obligó a salir del campo con cara de mucho dolor. Tendría un desgarro. Adentro, Jorge De Olivera.
Todo lo que le quedó al clásico estuvo de más. Racing fue mucho más que Independiente durante los 90 minutos, se subió a lo más alto del campeonato y dejó a su eterno rival hundido en la tabla del promedio.
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