El Ciclón jugó en Córdoba casi todo el complemento con diez y resistió los embates del Pirata para llevarse un empate con sabor dulce. Augusto Alvarez vio la roja y puso en aprietos al elenco de Caruso Lombardi, que llegó a cuatro unidades al igual que su rival. Pero luego llegó la mala noticia: el Pipi se habría roto los ligamentos cruzados.
San Lorenzo igualó sin goles con Belgrano de Córdoba en su visita al estadio Mario Alberto Kempes, por la segunda fecha del Torneo Inicial de Primera División. En el marco de un duelo discreto, los dirigidos por Caruso Lombardi tuvieron que jugar casi todo el periodo final con un hombre menos y conservaron el cero ante los intentos sin eficacia del Pirata.
Los entrenadores, de paladar futbolístico calcado, jugaron a los espejos en Córdoba. Ambos apostaron por el ortodoxo esquema 4-4-2 y sostuvieron la premisa de jugar con la especulación como bandera. La orden de los técnicos fue, precisamente, no perder el orden: resignar la iniciativa por pasajes y explotar al máximo cada error del rival. El escaso desequilibrio llegó por intermedio de Carranza en el local, y en Jara y Buffarini en el visitante.
Durante el primer tiempo, los protagonistas se repartieron el dominio con sus idénticas recetas. Ninguno se animó a apoderarse de las riendas y gobernar. Los dos jugaron con cautela y carecieron de poder ofensivo. Y tampoco tuvieron eficacia en las pocas llegadas. Rigamonti desactivó un cabezazo peligroso de Stracqualursi, mientras que Migliore respondió bien ante un tiro picante de Carranza. En tanto, a Zapata le hicieron un claro penal que no vio Pitana.
Los papeles de Caruso Lombardi se empezaron a quemar a los 3 del complemento, cuando Alvarez vio la segunda amarilla tras chocar con Teté González. El sueño de poner a Romagnoli para animarse a más se postergó. Desde ese momento, el Ciclón se refugió bien atrás y dejó aislados a sus dos puntas, mientras que Belgrano se adelantó y buscó desnivelar por afuera con centros.
A los 10 lo tuvo Arce de cabeza, tras un tiro libre de Zapata. Y a los 14 avisó Carranza con un disparo por izquierda bien tapado por Migliore. A su vez, el ingresado Martín, Melano y Turús estuvieron a escasos centímetros de conectar un par de envíos cruzados. El Ciclón, apretado por la presión, pasó a un 4-4-1-1 cuando entró el Pipi por Jara. Y el mismo enganche prendió la alarma al mostrar mucho dolor en su rodilla izquierda.
Luego del debut lleno de ilusión frente a San Martín, San Lorenzo fue a Córdoba con el objetivo de sumar y consiguió la meta. En una dura prueba, el equipo azulgrana aprobó con lo justo y le hizo una gambeta a una derrota que lo acechó durante todo el segundo tiempo. Para Belgrano quedó el sabor amargo por todo el desgaste realizado sin ningún tipo de recompensa.
Sin embargo, el golpe para el Ciclón llegó en los vestuarios: según confirmó el mismo Caruso Lombardi, los médicos afirman que la lesión de Romagnoli sería una rotura de ligamentos cruzados. De todas formas, los estudios deberán confirmarlo. La preocupación asola a San Lorenzo.
Los entrenadores, de paladar futbolístico calcado, jugaron a los espejos en Córdoba. Ambos apostaron por el ortodoxo esquema 4-4-2 y sostuvieron la premisa de jugar con la especulación como bandera. La orden de los técnicos fue, precisamente, no perder el orden: resignar la iniciativa por pasajes y explotar al máximo cada error del rival. El escaso desequilibrio llegó por intermedio de Carranza en el local, y en Jara y Buffarini en el visitante.
Durante el primer tiempo, los protagonistas se repartieron el dominio con sus idénticas recetas. Ninguno se animó a apoderarse de las riendas y gobernar. Los dos jugaron con cautela y carecieron de poder ofensivo. Y tampoco tuvieron eficacia en las pocas llegadas. Rigamonti desactivó un cabezazo peligroso de Stracqualursi, mientras que Migliore respondió bien ante un tiro picante de Carranza. En tanto, a Zapata le hicieron un claro penal que no vio Pitana.
Los papeles de Caruso Lombardi se empezaron a quemar a los 3 del complemento, cuando Alvarez vio la segunda amarilla tras chocar con Teté González. El sueño de poner a Romagnoli para animarse a más se postergó. Desde ese momento, el Ciclón se refugió bien atrás y dejó aislados a sus dos puntas, mientras que Belgrano se adelantó y buscó desnivelar por afuera con centros.
A los 10 lo tuvo Arce de cabeza, tras un tiro libre de Zapata. Y a los 14 avisó Carranza con un disparo por izquierda bien tapado por Migliore. A su vez, el ingresado Martín, Melano y Turús estuvieron a escasos centímetros de conectar un par de envíos cruzados. El Ciclón, apretado por la presión, pasó a un 4-4-1-1 cuando entró el Pipi por Jara. Y el mismo enganche prendió la alarma al mostrar mucho dolor en su rodilla izquierda.
Luego del debut lleno de ilusión frente a San Martín, San Lorenzo fue a Córdoba con el objetivo de sumar y consiguió la meta. En una dura prueba, el equipo azulgrana aprobó con lo justo y le hizo una gambeta a una derrota que lo acechó durante todo el segundo tiempo. Para Belgrano quedó el sabor amargo por todo el desgaste realizado sin ningún tipo de recompensa.
Sin embargo, el golpe para el Ciclón llegó en los vestuarios: según confirmó el mismo Caruso Lombardi, los médicos afirman que la lesión de Romagnoli sería una rotura de ligamentos cruzados. De todas formas, los estudios deberán confirmarlo. La preocupación asola a San Lorenzo.
Texto y foto www.tycsports.com
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