Con sudor y lágrimas, Tigre logró una victoria clave frente a Banfield por 2-0 como visitante y, pese a que continúa en zona de descenso directo, está más vivo que nunca. Gracias a dos golpes agónicos, el Matador logró su cuarta victoria al hilo, lidera el Clausura con 13 unidades y sigue a tres de San Lorenzo (hoy en Promoción) en la tabla de promedios.
Luego del pitazo inicial de Lunati, el estadio Florencio Sola se convirtió en un escenario de batalla entre dos mediocampos guerreros. Banfield optó por dos líneas de cuatro bien cercanas, mientras que su rival también mantuvo sus cuatro mediocampistas habituales. En definitiva, ocho hombres o 16 piernas para cubrir un sector del mediocampo.
¿Cuál era la única forma de crear fútbol en medio de la multitud? Abrir rápido hacia los costados con la menor cantidad de toques posibles. El gran problema fue que ninguno de los dos pudo hacerlo con criterio y regularidad. Quinteros y De Souza lastimaron poco en el local, en tanto que al Matador también se le complicó para explotar a Galmarini y a Díaz.
Ante la temática analizada, los primeros 35 minutos fueron muy parejos. Sin embargo, Tigre logró encenderse antes del descanso porque consiguió dañar por la derecha. Galmarini y Morales enviaron varios centros filosos en el sector que debía custodiar Bustamante. Así, el Matador llevó algo de peligro y terminó mejor que su rival en el primer capítulo del duelo.
En el amanecer del complemento, Tigre asumió la iniciativa de manera decidida e hizo méritos para reclamar una ventaja. Con la lucidez de Galmarini como eje, el visitante exigió a Lucchetti con intentos variados (pelota parada y remates desde lejos). El Taladro quedó retrasado a la espera de algún pique del potente Chávez, siempre ubicado por izquierda.
Pese a tener menos la pelota, Banfield igualmente se mantuvo expectante y metió miedo con algunas réplicas. A los 26 tuvo su gran oportunidad el uruguayo López (remplazante de De Souza), quien había anotado ante Racing y Godoy Cruz. Pero esta vez el Rorro falló increíblemente frente al arco, luego de un rebote que García dio ante Bustamante.
El partido podía definirse para cualquiera, ya que ninguno ofrecía garantías. Sin embargo, el que supo golpear fue el Matador, que en el recuento general siempre se mostró más ambicioso. Luna abrió para Carrasco, que desniveló por izquierda y sacó un centro que conectó Maggiolo a cinco del final. Y en el descuento, el Chino bajó el telón con el segundo tanto.
Texto www.tycsports.com
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