Juan Sebastián Verón se dio un gran gusto en la recta final de su trayectoria profesional, que terminará a mediados de diciembre. La Brujita anotó el tanto decisivo en la victoria por 2-1 de Estudiantes sobre Arsenal en Sarandí. Luego de cinco partidos sin éxitos en el Apertura, los dirigidos por Juan Manuel Azonzábal cortaron la sequía y también la racha del local, que arrastraba dos victorias al hilo.
No hubo sorpresas en el césped, tal como no las hubo en la previa del duelo. Arsenal se acomodó su clásico traje de contragolpeador, el que mejor le sienta. Y Estudiantes debió asumir la iniciativa con sus urgencias a cuestas. En consecuencia, armaron un duelo con roles bien diferentes, aunque el vuelo futbolístico en el periodo inicial fue muy bajo.
El momento clave del segmento inicial se produjo entre los 20 y los 21. Primero, la Gata envió un centro desde la derecha que Boselli conectó con una pirueta. Los reflejos de Campestrini evitaron el gol del Pincha. "Lo que no mata, fortalece", reza el refrán que empleó Arsenal para potenciarse. Al minuto llegó el premio: Torres halló a Obolo con un pelotazo largo y el ex Vélez no falló frente a Albil.
El descanso le cambió la cara a Estudiantes, que le inyectó más profundidad a sus ataques en el complemento. Mercado e Iberbia ganaron presencia, mientras que Verón halló más socios para descargar. La mejoría tuvo su premio a los 10: Marcone perdió una pelota en el mediocampo y la jugada derivó en el desborde de Mariano González que la Gata Fernández aprovechó dentro del área chica.
Los entrenadores buscaron variantes para quebrar la igualdad. Alfaro apeló al desequilibrio de Leguizamón, mientras que Azconzábal apostó por la velocidad de Mauro Fernández. Sin embargo, la clave de la tarde la tenía Verón, que a los 36 envió un tiro libre desde la izquierda que picó en el área y nadie pudo despejar. Un centro envenenado que fue letal. Un grito lleno de furia y desahogo de la Bruja, en los últimos metros de su notable carrera
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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