El encuentro que abrió el Torneo de Invierno terminó 1-1 y los de Russo se llevaron el duelo desde los 12 pasos. El partido fue ordinario y sólo hubo algunas emociones en el segundo tiempo. Romeo (ST 19m) y Ortega (ST 40m) marcaron los goles. El Ciclón jugará la final el miércoles ante el ganador de Independiente y Gimnasia, que se enfrentarán mañana en La Plata.San Lorenzo se llevó una sonrisa en la definición por penales. En Mar del Plata sacó provecho del penal que Champagne le atajó a Andrés Ríos y abrazó el festejo en Acevedo, quien la picó suavemente engañando a Ojeda y sentenció el duelo por 6-5 el duelo desde los 12 pasos, tras el 1-1 en los 90 minutos. Así el equipo de Russo accedió a la final del Torneo de Invierno y el miércoles enfrentará al ganador de Independiente y Gimnasia, quienes jugarán mañana en La Plata.
El partido fue desteñido. Sólo en un rato durante el complemento, a partir de la apertura del marcador a favor de San Lorenzo, hubo emociones. La primera parte resultó decididamente soporífera. Los de Russo generaron un par de aproximaciones tenues, mientras que el cuadro de Simeone ni siquiera pateó al arco en ese tramo. Se los exime por el marco de una disputa amistosa y la fuerte preparación física que vienen arrastrando. Y porque sobre el final hicieron algunos esfuerzos para ponerle color al duelo.
Fue a partir de la apertura del marcador. Muy poco había pasado en el partido hasta que Aureliano Torres envió un tiro libre en forma de centro y Romeo, quien había ingresado apenas siete minutos antes, cabeceó bombeado al gol en la primera pelota que tocó. River, que sólo había provocado peligro con un cabezazo de Abelairas que se fue cerca del palo derecho, se sacudió la modorra y respondió con un disparo de Ponzio -el mejor jugador de la cancha- que Champagne, exigido, logró desviar. Desde entonces el partido se animó y Ortega le imprimió justicia al resultado con un toque certero tras una falla de Méndez en un intento de rechazo.
La falta de ideas tiene además una explicación desde los esquemas y los intérpretes. Ortega lució muy solo en River, que no encontró en Ríos una referencia sobre el área rival y tampoco tuvo llegadas sobre los costados, donde el debutante Bou se exhibió nervioso e impreciso hasta que se retiró lesionado, y Archubi no pesó. San Lorenzo careció de un eje de circulación, buscó por los laterales y tampoco logró hacer daño.
De una pelota parada y de un error nacieron los goles. River y San Lorenzo reservaron sus virtudes colectivas para una mejor oportunidad. La intuición de Champagne y la osadía de Acevedo le dieron una alegría al Ciclón.
Texto y foto www.tycsports.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario