Los Pumas cayeron ante Australia por 29-15 y quedaron fuera de la definición de Inglaterra 2015. El viernes enfrentarán a Sudáfrica por el tercer puesto.
Los Pumas perdieron ante Australia por 29-15 en las semifinales del Mundial de Rugby y deberán jugar el viernes por el tercer lugar, ante Sudáfrica. De todas formas, lo hecho por los dirigidos por Hourcade vale el aplauso.
No fue bueno el arranque del cotejo para los argentinos. Temprano en el desarrollo del mismo, los australianos sacaron partido de lo que claramente plantearon como estrategia defensiva y que les dio réditos tal vez impensados en el ingoal rival.
Porque fueron a atacar sobre los movimientos ofensivos de los criollos para sacar provecho de los pases algo planos de aquéllos. La marca se metía entre los backs de celeste y blanco. Luego de dos fallidas intercepciones, la tercera fue la vencida con la llegada del segunda línea Simmons a apoyar. Fue la primera muestra de que a los de Hourcade les iba a resultar muy difícil repetir lo realizado hasta hoy con el juego ancho y de traslación.
Con posesión repartida, no fue mucho lo que pudieron progresar los nuestros. Porque los del Canguro los superaban en los breakdowns: llegaban antes, con mayor potencia, y si no se llevaban la pelota al menos la demoraban para que cuando Landajo mandara el ataque los rápidos argentinos tuvieran el panorama cerrado. Además fue brillante lo de la tercera línea oceánica en la recuperación.
La segunda y tercera estocada de los Wallabies durante la primera etapa llegaron explotando la superioridad numérica por afuera, en los quince metros externos, a sabiendas de que la defensa Puma aprieta arriba y hacia adentro. Con sendos salteos dejaron a su hombre más libre para anotar.
La segunda etapa mostró un cambio en el desarrollo, seguramente debido a que los de Hourcade encararon la misma con mayor predisposición.
Con mucha entrega se llevaron por delante a un conjunto que empezó a dejar de visitar el campo celeste y blanco. Fue creciendo la tarea de los sudamericanos a pesar de que los del Canguro no aflojaban en la marca ni su fantástica tarea en los reagrupamientos.
Prácticamente la mayor parte de este segundo período se vio a los Pumas en ataque. Con bastante desorden, descubrieron que cortando cerca de las formaciones podían complicar el prolijo esquema de la defensa rival. Así surgieron las chances, con ingresos por el interno de Nicolás Sánchez y las corridas sesgadas del fullback Tuculet; pero algunas fallas en la disposición de la jugada final impidieron que el perdedor llegara al ingoal.
Simultáneamente también mejoró la marca, restándole posibilidades a Australia que en varias oportunidades se vio obligado a utilizar el pie para avanzar. Creció el scrum hasta transformarse en una preocupación para los hombres que allí dirige nuestro compatriota Mario Ledesma.
Porque fueron a atacar sobre los movimientos ofensivos de los criollos para sacar provecho de los pases algo planos de aquéllos. La marca se metía entre los backs de celeste y blanco. Luego de dos fallidas intercepciones, la tercera fue la vencida con la llegada del segunda línea Simmons a apoyar. Fue la primera muestra de que a los de Hourcade les iba a resultar muy difícil repetir lo realizado hasta hoy con el juego ancho y de traslación.
Con posesión repartida, no fue mucho lo que pudieron progresar los nuestros. Porque los del Canguro los superaban en los breakdowns: llegaban antes, con mayor potencia, y si no se llevaban la pelota al menos la demoraban para que cuando Landajo mandara el ataque los rápidos argentinos tuvieran el panorama cerrado. Además fue brillante lo de la tercera línea oceánica en la recuperación.
La segunda y tercera estocada de los Wallabies durante la primera etapa llegaron explotando la superioridad numérica por afuera, en los quince metros externos, a sabiendas de que la defensa Puma aprieta arriba y hacia adentro. Con sendos salteos dejaron a su hombre más libre para anotar.
La segunda etapa mostró un cambio en el desarrollo, seguramente debido a que los de Hourcade encararon la misma con mayor predisposición.
Con mucha entrega se llevaron por delante a un conjunto que empezó a dejar de visitar el campo celeste y blanco. Fue creciendo la tarea de los sudamericanos a pesar de que los del Canguro no aflojaban en la marca ni su fantástica tarea en los reagrupamientos.
Prácticamente la mayor parte de este segundo período se vio a los Pumas en ataque. Con bastante desorden, descubrieron que cortando cerca de las formaciones podían complicar el prolijo esquema de la defensa rival. Así surgieron las chances, con ingresos por el interno de Nicolás Sánchez y las corridas sesgadas del fullback Tuculet; pero algunas fallas en la disposición de la jugada final impidieron que el perdedor llegara al ingoal.
Simultáneamente también mejoró la marca, restándole posibilidades a Australia que en varias oportunidades se vio obligado a utilizar el pie para avanzar. Creció el scrum hasta transformarse en una preocupación para los hombres que allí dirige nuestro compatriota Mario Ledesma.
Argentina se acercó en el marcador para quedar a tiro de try prácticamente con la mitad de la etapa por delante, pero los nervios de un equipo golpeado físicamente le quitaron esa claridad que se necesita en los momentos decisivos.
El conjunto nacional tomó nota del requerimiento físico que significa jugar contra un adversario del Hemisferio Sur. Esta versión express del Rugby Championship que definirá al nuevo campeón del Mundo tiene las mismas características del real. Y esa dureza hizo mella en los capitaneados por Creevy.
El resultado final se maquilló con una corrida algo desordenada de ese anotador serial que es Mitchell, quien desbarató en su corrida a toda la defensa argentina para cederle a Ashley Cooper la posibilidad de concretar un hat trick.
Fue la despedida de la ilusión argentina de consagrase campeón, pero el Mundial tiene una escala más. La que se premiará con el bronce y se disputará el viernes frente a Sudáfrica.
La definición de la competencia quedó en manos de los clásicos rivales de Oceanía. ¿Quién se llevará la Copa Webb Ellis?
El conjunto nacional tomó nota del requerimiento físico que significa jugar contra un adversario del Hemisferio Sur. Esta versión express del Rugby Championship que definirá al nuevo campeón del Mundo tiene las mismas características del real. Y esa dureza hizo mella en los capitaneados por Creevy.
El resultado final se maquilló con una corrida algo desordenada de ese anotador serial que es Mitchell, quien desbarató en su corrida a toda la defensa argentina para cederle a Ashley Cooper la posibilidad de concretar un hat trick.
Fue la despedida de la ilusión argentina de consagrase campeón, pero el Mundial tiene una escala más. La que se premiará con el bronce y se disputará el viernes frente a Sudáfrica.
La definición de la competencia quedó en manos de los clásicos rivales de Oceanía. ¿Quién se llevará la Copa Webb Ellis?
Texto www.tycsports.com
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