Se debe a los problemas de visibilidad.
El titular del aeropuerto local, Carlos Millán, señaló hoy a La Nueva., que la terminal tendrá algunas limitaciones hasta que se finalicen las tareas de remodelación hasta fin de año o principios del 2015.
En un año sumamente lluvioso –ya cayeron 887 milímetros, un 42% más que la media histórica de la ciudad-, de días nublados y tiempo inestable, la cancelación de vuelos entre Bahía Blanca y Buenos Aires se ha vuelto moneda corriente en la Aerostación Civil Comandante Espora.
En algunos casos la situación deriva en la suspensión del servicio que debe despegar desde nuestra ciudad, en otros se ha verificado el regreso del servicio que, habiendo partido desde aeroparque, no recibía la autorización correspondiente para aterrizar.
La situación se viene repitiendo desde hace cinco años, más precisamente cuando la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) decidió quitar la autorización a la terminal aérea bahiense para realizar determinados tipos de maniobras en virtud del mal estado del balizamiento de la pista principal y la carencia de los equipos adecuados para guiar a los pilotos en determinadas circunstancias. Precisamente los estados nubosos son los que limitan de manera severa los aterrizajes.
Se debe a “una característica local”, ya que no todos los aeropuertos del país se rigen por las mismas limitaciones de visibilidad y el techo de nubes admisible”, mencionó el vocero.
En la actualidad, el aeropuerto de Espora, que funciona con su pista auxiliar adecuada para aterrizajes sin luz natural, tiene asignada una visibilidad mínima requerida de 3.200 metros, lo cual no deja de ser una mejora importante relacionados con los 5 mil exigibles antes de poner en condiciones esa pista.
Texto y foto www.lanueva.com
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