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miércoles, 1 de julio de 2009

Copa Libertadores Nacional (Uru) 1 (1) Estudiantes (LP) (Arg) 2 (3)

El Pincha, sin Verón, venció 2-1 a Nacional en el Centenario y jugará por el título ante el ganador de la serie entre Gremio y Cruzeiro. Mauro Boselli fue el héroe de la noche al marcar los dos tantos. Medina hizo el tanto uruguayo.

Estudiantes es finalista de América. Lo logró en Montevideo, en el Centenario, que otrora supo verlo campeón y hoy volvió a tenerlo como vencedor en un partido que pasará a la antología Pincha. También, como en la primera era gloriosa, lo sufrió Nacional que quedó reducido ante un equipo que le hizo honor a esa palabra.
La ausencia de Verón fue de lo que más se habló en la previa, pero se sabe que un hombre, por más importante que sea, no hace a un equipo y Estudiantes lo es. Matías Sánchez ocupó su lugar y lo hizo con aplomo. Claro está faltó el pase largo y la precisión, pero la estructura propuesta por Sabella no se resintió.
Nacional, que jugó con todo el público a su favor y que necesitaba meter presión de entrada, nunca supo encontrar los caminos a Andújar. Todo previsible, mucho apuro y poca audacia tuvo el conjunto uruguayo que en el primer tiempo ni siquiera pateó al arco.
Si la ansiedad estuvo en los primeros 45, en los complementarios mucho más. Ese innecesario vértigo (Nacional con un gol se iba a los penales) le jugó una mala pasada al local y de arranque. El nervioso Coates se equivocó feo en una salida, se la robó la Gata Fernández y con frialdad definió Boselli. Un tanto que acalló al Centenario y que casi le dio la final a los de Sabella.
Por inercia, Nacional se plantó en campo rival, pero allí la solidez de los centrales argentinos se impuso siempre. La impotencia local fue tanta que el mito de la garra charrúa puede entrar tranquilamente en una duda. Nunca los de Peluso se llevaron por delante a su rival, que encima perdonaba de contra.
Sin embargo, Medina hizo un buen movimiento contra Schiavi, ganó la posición y marcó el empate. Quedaba apenas un cuarto de hora para la hazaña, que culminó siendo Pincha. Fue en un contragolpe donde Salgueiro encontró a Boselli y el goleador, con destino de héroe, definió con una clase notable para que resuene el estruendo desde La Plata hasta Montevideo.
Así, con adversidad a cuestas y todo, Estudiantes volvió a lograr algo histórico. Desde el 71 que este club no llegaba a esta instancia, donde la gloria continental ya se puede palpar.
Texto y foto www.tycsports.com

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