El elenco de Menezes exhibió un flojo nivel e igualó 0-0 en La Plata ante la Vinotinto, cuyo arquero Vega fue la gran figura. Los brasileños amagaron con golear en el arranque, pero no terminaron bien las jugadas y fueron muy opacos en el complemento. El duelo fue válido por el Grupo B, también integrado por Ecuador y Paraguay.
Brasil no pudo responder a las expectativas que generó en la antesala de la Copa América y apenas empató 0-0 con Venezuela en su presentación en el Grupo B, también integrado por Ecuador y Paraguay. La Vinotinto contrarrestó la técnica brasileña con orden y aprovechó la falta de inspiración del Scratch para lograr un resultado histórico en La Plata.
En apenas un minuto de juego, Brasil se las ingenió para probar por primera vez al arquero Vega con un remate de Robinho. El arranque agresivo de Brasil pareció demasiado para el humilde rival. Lucas Leiva, el volante central del Scratch, plantó bandera en el medio y se encargó de distribuir hacia los costados. El desequilibrio de Neymar, Robinho y Pato amagó con hacer estragos en el inicio del duelo.
Brasil, pese al flojo primer tiempo de Ganso y Ramires, tuvo frescura y dinámica para llegar hasta el área venezolana. Pero la claridad se evaporó cuando se tuvo que entrar al rectángulo de fuego. Pases erráticos, falta de entendimiento y algunos firuletes innecesarios le perdonaron la vida a Venezuela, que se esperanzó con alguna réplica de Fedor y Rondón.
La primera chance nítida de gol del elenco brasileño llegó a los 26: Pato dejó temblando el travesaño tras una lujosa pared entre Alves y Robinho. A los 31, Vega se lució ante otro remate de Pato desde la derecha. Y a los 38 llegó la polémica, porque Robinho definió y la pelota le pegó en el brazo al defensor Vizcarrondo. El árbitro Orosco, de Bolivia, consideró que el zaguero no tuvo intención de tocar el balón.
La imagen de Brasil se deshilachó por completo en el segundo capítulo. Los dirigidos por Menezes se contaminaron con un cóctel de vértigo y dilapidaron todos los ataques de manera ingenua. Sólo Alves aportó algo de claridad con sus proyecciones, pero halló pocos socios precisos. A su vez, el arquero Vega se erigió como la gran figura al atrapar los tibios centros brasileños con mucha firmeza.
Más allá de su prioridad defensiva, Venezuela también se animó en el peor momento de Brasil. Con el ímpetu de Rondón como bastión, el elenco de Farías se dio el lujo de coquetear con el gol en un par de chances. Primero se lo perdió Rondón de cabeza, mientras que luego lo tuvo Arango con un remate cruzado por izquierda. La Vinotinto jamás perdió el orden y su defensa se mantuvo concentrada hasta el final.
Los tres primeros partidos de la Copa América arrojaron una conclusión: no alcanza siempre con individualidades para imponerse. La paridad del certamen obligará a potenciar el juego colectivo si se pretende ser protagonista. Argentina y Brasil, los dos máximos favoritos, ya recibieron un tirón de orejas que pudo haber sido más grave. Al igual que la Selección, el Scratch deberá construir un circuito más aceitado para aprovechar el poderío de sus atacantes.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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