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jueves, 9 de septiembre de 2010

Mundial de Basquét Turquía 2010 - Argentina 85 Lituania 104

El seleccionado nacional fue vapuleado por 104-85 ante Lituania en los cuartos de final y no pudo meterse entre los cuatro mejores en Turquía. Delfino marcó 25 tantos y se erigió como el máximo anotador del elenco de Hernández, que mañana jugará con Rusia en la pelea por el quinto lugar. Los europeos se medirán con Estados Unidos, el sábado.

El seleccionado argentino de básquetbol cayó por 104-85 ante Lituania y quedó eliminado en los cuartos de final del Mundial de Turquía. En un duelo totalmente desigual, el elenco dirigido por Sergio Hernández no encontró la forma de desarticular el planteo de los europeos y terminó vapuleado. Mañana, el rival será Rusia, en la puja por el quinto lugar. En tanto, los lituanos jugarán el sábado con Estados Unidos.
Luego del desgastante y reñido cruce con Brasil, el elenco nacional se topó ante un rival que lo envolvió en una auténtica telaraña. La premisa fundamental de los europeos fue anular a Luis Scola, quien tuvo una nula participación. Ante la falta de su ancho de espadas, Argentina quedó huérfana y sólo pudo sostener la paridad hasta la mitad del primer cuarto, gracias a la velocidad de Delfino y la entrega de Jasen.
Tan sólo cinco minutos le bastaron a Lituania para adueñarse del partido con una efectividad total en triples (4-4 contra 0-0), con Simas Jasaitis (máximo goleador lituano con 19 tantos) como abanderado. En cambio, los argentinos exhibieron una imprecisión alarmante en tiros de campo (37% contra 69%) y tampoco lograron imponerse en la lucha rebotera. La presión lituana y la falta de respuestas por parte del equipo del Oveja explicaron el 28-18 que decoró el primer parcial.
En el segundo capítulo se amplió la brecha entre ambos protagonistas. Lituania justificó su abultada diferencia en base a su asfixiante marca (fundamentalmente, sobre Scola) y la velocidad de sus contragolpes. Si bien nunca bajó los brazos, Argentina estuvo plagada de errores (12-33 en tiros de campo) y no le bastó con su actitud para emparejar las acciones. El lapidario 50-30 del final del primer tiempo se clavó como una filosa daga en el corazón albiceleste.
Otra de las virtudes lituanas fue la actitud ganadora. Lejos de sacar el pie del acelerador, el equipo báltico optó por volver a atropellar a su rival en el arranque del tercer cuarto. En tanto, Argentina logró quebrar su virginidad en triples gracias a Prigioni y luego marcó dos más consecutivos por intermedio de Delfino (goleador del partido con 25 puntos) y Jasen (hizo 11 tantos y tomó cinco rebotes). No había argumentos racionales para soñar con la levantada, pero se sabe de las proezas de este equipo. Sin embargo, fue imposible empezar a construir la hazaña porque hasta desapareció el histórico gen argentino: la defensa. Y Scola, que terminó con 13 tantos, no pudo vestirse de salvador.
Los últimos 10 minutos sólo sirvieron para darles minutos a los suplentes Cequeira, Leo y Juan Gutiérrez, y Quinteros. A pesar de la dolorosa derrota, la Generación Dorada defendió su amor
propio hasta el último segundo. Pero en el básquet gobiernan la intensidad y la efectividad, dos atributos que a Lituania le sobraron. Fue el final de un sueño y no se logró la meta de llegar a semifinales. No obstante, los oídos de este grupo no merecen escuchar la palabra fracaso bajo ningún punto de vista.
Texto y foto www.tycsports.com

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