Belgrano empezó ganando con un gol de Márquez, pero el Rojo reaccionó y se lo llevó puesto: con dos de Vera, uno de Benítez y otro del Cebolla Rodríguez, goleó 4 a 1 y se metió en la final de la Liguilla, donde puede cruzarse con Racing. Además, sacó boleto para la próxima Sudamericana.
En el primer partido de las semifinales de la Liguilla Pre-Sudamericana, Independiente le ganó 4-1 a Belgrano luego de arrancar perdiendo y se clasicó tanto a la final del certamen como a la Copa Sudamericana del año próximo.
El primer tiempo comenzó con un verdadero baldazo de agua fría para el Rojo. Emiliano Rigoni aprovechó una mala salida de Víctor Cuesta en la mitad de cancha, condujo hasta el área y le cedió la pelota a Fernando Márquez, quien definió con categoría para poner en ventaja al Pirata.
El equipo de Mauricio Pellegrino sintió el golpe y, con la obligación de convertir a cuestas, intentó jugar en el campo de Belgrano. La intención tuvo efecto, aunque la acción ofensiva lo dejó mal parado y sufrió muchas veces las contras del Pirata, conducidas por una muy buena versión de Zelarrayán.
El empuje de Independiente tuvo efecto y el empate finalmente llegó a los 34 minutos de juego, tras un muy buen centro de Nicolás Tagliafico desde la izquierda que capitalizó Diego Vera después de un rebote corto de Juan Carlos Olave.
A partir de ahí, Belgrano se quedó y, excepto por algunas aproximaciones sin demasiado riesgo, fue todo del local. Ya en el complemento, el Rojo lo liquidó con apenas cinco minutos de lucidez. Primero, Martín Benítez penetró en el área por el sector izquierdo para enviar el centro, pero su remate se terminó metiendo por sobre la humanidad de Olave; después, el propio mediocampista habilitó a Vera, quien no se puso nervioso en el mano a mano, gambeteó al arquero y puso el 3-1 y la tranquilidad.
El resto del partido solo le sirvió al Rojo para decorar el resultado y ponerle cifras de goleada. A los 38, tras una serie de rebotes dentro del área, Cristian Rodríguez logró conectar con su pierna izquierda y decretó el 4-1 final. Así, decretó un triunfo que solo se vio empañado por la lesión de Federico Mancuello y por la expulsión insólita de Jesús Méndez.
De esta manera, Independiente clasificó a la final de la Liguilla, donde enfrentará en partidos de ida y vuelta al ganador del cruce entre Racing y Estudiantes. En caso de que pase el Pincha, definirá en el Libertadores de América. Caso contrario, el boleto a la próxima Copa Libertadores se definirá en el clásico de la ciudad, que tendrá desenlace en el Juan Domingo Perón de la Academia.
El primer tiempo comenzó con un verdadero baldazo de agua fría para el Rojo. Emiliano Rigoni aprovechó una mala salida de Víctor Cuesta en la mitad de cancha, condujo hasta el área y le cedió la pelota a Fernando Márquez, quien definió con categoría para poner en ventaja al Pirata.
El equipo de Mauricio Pellegrino sintió el golpe y, con la obligación de convertir a cuestas, intentó jugar en el campo de Belgrano. La intención tuvo efecto, aunque la acción ofensiva lo dejó mal parado y sufrió muchas veces las contras del Pirata, conducidas por una muy buena versión de Zelarrayán.
El empuje de Independiente tuvo efecto y el empate finalmente llegó a los 34 minutos de juego, tras un muy buen centro de Nicolás Tagliafico desde la izquierda que capitalizó Diego Vera después de un rebote corto de Juan Carlos Olave.
A partir de ahí, Belgrano se quedó y, excepto por algunas aproximaciones sin demasiado riesgo, fue todo del local. Ya en el complemento, el Rojo lo liquidó con apenas cinco minutos de lucidez. Primero, Martín Benítez penetró en el área por el sector izquierdo para enviar el centro, pero su remate se terminó metiendo por sobre la humanidad de Olave; después, el propio mediocampista habilitó a Vera, quien no se puso nervioso en el mano a mano, gambeteó al arquero y puso el 3-1 y la tranquilidad.
El resto del partido solo le sirvió al Rojo para decorar el resultado y ponerle cifras de goleada. A los 38, tras una serie de rebotes dentro del área, Cristian Rodríguez logró conectar con su pierna izquierda y decretó el 4-1 final. Así, decretó un triunfo que solo se vio empañado por la lesión de Federico Mancuello y por la expulsión insólita de Jesús Méndez.
De esta manera, Independiente clasificó a la final de la Liguilla, donde enfrentará en partidos de ida y vuelta al ganador del cruce entre Racing y Estudiantes. En caso de que pase el Pincha, definirá en el Libertadores de América. Caso contrario, el boleto a la próxima Copa Libertadores se definirá en el clásico de la ciudad, que tendrá desenlace en el Juan Domingo Perón de la Academia.
Texto www.tycsports.com
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