Un primer tiempo sin demasiados atractivos en Sur parecía formar parte de un encuentro chato, destinado al empate o a la victoria mínima, con la excusa de formar parte de esos pasos iniciales del año con más sabor a pretemporada que a plena competencia. Pero Lanús y Arsenal se hicieron valer en el segundo período, del que el Granate salió airoso con un 3-1 que lo dejó excitado tras su final a pura efectividad.
Durante el desarrollo, el conjunto local tuvo un rendimiento de menor a mayor. Comprendió que con la movilidad de Mario Regueiro arrancando desde atrás y con Gonzalo Castillejos podía lastimar al apático visitante, mientras Diego Valeri, quien debutaba nuevamente en su viejo equipo tras su paso por Europa, iba creciendo en la mitad de la cancha.
Primero en el tramo inicial avisó Matías Alustiza con un disparo que pasó cerca en favor de los de Gustavo Alfaro, aunque mientras los de Gabriel Schurrer asentaban su dominio se arrimaron más: Castillejos remató apenas desviado en dos oportunidades, en tanto que Regueiro también desperdició su chance.
El comienzo del complemento vislumbró un segmento mucho más entretenido. Valeri puso un tiro libre en el ángulo que agigantó a Cristian Campestrini volando sobre su izquierda, y a los 11 Regueiro mandó el centro desde la izquierda, en el segundo palo Castillejos se la bajó a Valeri de cabeza y éste, con otro testazo por el centro, la empujó a la red.
La ventaja pareció increíblemente tranquilizar a Lanús, que pretendió cuidarla sin más ambiciones, se retrasó y permitió que Arsenal tomara el balón. Y con esa actitud también lo dejó jugar en zonas más calientes, aunque siempre sin potencial en los últimos metros. No tuvo en cuenta que otra vieja cara nueva, Juan Pablo Caffa, aparecería a los 38 con un furibundo tiro libre muy lejos del área para clavar la pelota en el ángulo izquierdo de Mauricio Caranta.
El inesperado tanto avivó las urgencias granates. Pero el dueño de casa aún tenía otra nueva carta en la manga: Mauro Camoranesi. Ingresado justo antes del empate, mandó a los 46 un centro pasado desde la derecha para que Regueiro cabeceara de pique al segundo palo y desatara nuevamente la alegría en el Sur. Y, como si hiciera falta, a los 48 Eduardo Ledesma habilitó en profundidad por la derecha a otro ingresado, Silvio Romero, para que definiera cruzado para el tercero.
El vendaval del epílogo había enarbolado un claro ganador: Lanús, que se fue envuelto en cánticos muy optimistas después de semejante reacción.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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