Banfield dejó atrás el dolor por la caída ante Racing y volvió a la cima del Torneo Apertura en soledad con una ajustada victoria por 1-0 sobre Huracán. Nuevamente, el héroe del conjunto de Julio César Falcioni fue el uruguayo Santiago Silva, autor del gol que volvió a potenciar la ilusión y el sueño de la gente del Taladro. La presión ahora será de Newell´s, que tiene dos puntos menos y el domingo deberá ganarle a Arsenal para seguir en lo más alto.
La intención inicial de Banfield fue progresar por las franjas para buscar con centros a Silva en el área. El más empleado para dicha tarea fue el veloz Marcelo Quinteros, quien supo ganarle el duelo al uruguayo Rodríguez por la banda derecha. Por su parte, Walter Erviti tuvo menos participación al recostarse demasiado por la izquierda y su incomodidad se reflejó en la calidad de los ataques. La buena tarea de la dupla Goltz-Filipetto aguó el plan diseñado por Falcioni.
Por su parte, el Globo de Rivoira, que vio su primer partido como DT del equipo desde la tribuna, plantó batalla con un 4-4-2 despojado de la lírica de antaño y dotado con más orden. El único que quebró la monotonía de un equipo sin ideas fue Rodrigo Díaz, seguido muy de cerca por Battión. A su vez, Bolatti demoró en asentarse en el doble cinco con Esmerado pero antes del entretiempo lideró la leve recuperación de su equipo.
Las dos situaciones más atractivas de la primera parte tuvieron como protagonista a Quinteros. En la primera, el ex Central enganchó y sacó un remate de zurda que pegó en la parte externa de la red. Y en la otra, sorprendió a Monzón con un tiro al arco que inicialmente parecía un centro. Para los locales, la chance más concreta la derrochó el juvenil Roffes, con un cabezazo que se fue por arriba del travesaño tras un envío desde la izquierda.
En el inicio del complemento, la gente de Banfield presente en el Palacio estuvo a punto de soltar el festejo cuando un remate de Bustamente pegó en el travesaño y no entró por mala fortuna. Unos minutos antes, Silva había exigido una respuesta en dos tiempos de Monzón con un disparo bajo.
La desesperación del Taladro aumentó con el correr de los minutos y a los 15 Falcioni se vio obligado a reforzar la apuesta con el ingreso de James Rodríguez por Pío. Pero la falta de variantes ofensivas y la buena respuesta defensiva del Globo se erigieron como dos obstáculos complejos en la búsqueda de un triunfo que sostenga la ilusión.
La suerte de campeón que supo acompañar a Banfield en la recta final del torneo se reflotó a los 23 minutos, cuando Santiago Silva aprovechó un rebote de Monzón tras un cabezazo y no perdonó. Entonces sí estalló la algarabía sureña, que empezaba a titilar ante los intentos derrochados.
Con la ventaja en su poder, los visitantes sacaron a relucir su aceitado trabajo de contragolpe y pudieron haberlo definido si Fernández concretaba el mano a mano que tuvo a falta de 15 minutos. Huracán fue al frente con vergüenza pero sin ningún tipo de organización, algo que simplificó la tarea de la sólida línea de cuatro del puntero.
Baldassi pitó y la gran cantidad de hinchas de Banfield se desahogaron con la sensación de que se ratificó que su equipo tiene actitud de campeón. Podrá gustar o no su fútbol, pero es incuestionable su actitud solidaria y la convicción con la que persigue su sueño: el histórico primer título.
Texto y foto www.tycsports.com
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