Chacarita y Vélez mostraron un gran trabajo físico pero no lo acompañaron con buen fútbol y construyeron un empate sin goles en el estadio de Argentinos Juniors. El conjunto dirigido por Fernando Gamboa fue levemente superior al actual campeón argentino aunque no logró vulnerar al sobrio arquero Germán Montoya.
Al primer minuto de juego, Chacarita coqueteó con la apertura del marcador cuando un disparo de Milla se acomodó en la parte externa de la red del arco de Montoya. Mediante un juego basado en la presión y en los ataques vertiginosos, el Funebrero logró incomodar a un Vélez con las líneas muy separadas y abuso del toque.
La zona que custodiaban a dúo Zapata y Papa fue una zona liberada donde el enganche Morales clavó diagonales profundas y tejió alianzas con los dos puntas. Cerca de los 15 minutos, el enganche volvió a escaparse hacia el área, habilitó a Milla y el remate del ex Universidad de Chile impactó de lleno contra el palo. Y el mismo Milla exigió una respuesta de Montoya en dos tiempos al rematar con precisión desde lejos.
El gran error del Fortín durante el primer tiempo fue no incluir en el circuito a Maxi Moralez, su jugador más talentoso. El ex Racing se recostó por la izquierda pero sus compañeros no lograron explotarlo debido a la buena marca de los locales. La única jugada de peligro del visitante fue un remate de Somoza que pasó cerca del palo. Un claro síntoma de la falta de profundidad velezana. Luego del entretiempo, el nivel de juego bajó notablemente por culpa de la falta de espacios y los errores a la hora de manejar la pelota. Gareca apostó al ingreso de Cabrera y Zárate por Gastón Díaz y Caruso, con el fin de cambiarle el pálido color que tenía el ataque de Vélez. Por su parte, el Funebrero conservó su orden táctico y dio alertas constantes gracias a la movilidad de Milla y Parra.
A los 23, Montoya volvió a lucirse: el ingresado Cano le dio al arco y el ex Belgrano respondió con un manotazo oportuno. Más tarde, el arquero desactivó otro problema al contener sin rebote un disparo del central Lisandro López. Las apariciones intermitentes de Moralez por izquierda fueron los únicos argumentos que presentó Vélez para ganar el partido. Demasiado poco para un equipo consolidado como el mejor de la temporada. Sobre el cierre, Ponce (otro de los cambios que efectuó Gamboa) buscó la victoria con un remate lejano que paralizó los corazones en Liniers. El pitazo final de Collado cristalizó un empate sin goles que les dejó un sabor agridulce a los protagonistas. Chacarita sigue anclado en el descenso directo pero continúa su lenta mejoría, mientras que Vélez, tercero junto con Colón, intentará olvidar rápido el partido para concentrarse en los festejos de su centenario.
Texto y foto www.tycsports.com
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