La falta de avance en la construcción de viviendas del proyecto fiduciario que lleva adelante la firma DyF genera preocupación en decenas de personas que aportan su cuota desde hace años y advierten que el sueño de la casa propia sigue alejándose a medida que los costos se incrementan y las entregas son cada vez más esporádicas.
En total, DyF lleva adelante la construcción de más de 20 barrios en distintos puntos de la ciudad, además de otros tantos proyectos inmobiliarios en Punta Alta, Coronel Dorrego y Mar del Plata.
Algunos de los complejos de viviendas que DyF emprende en Bahía están ubicados en Vieytes al 2300, Zelarrayán 425, Sixto Laspiur 1800, Rondeau 257, Entre Ríos 834, Viamonte 1960, Brickman 1500.
“Llevo 9 años pagando. En total ya puse 70 mil dólares. Hace 5 años que tendrían que haberme entregado mi departamento pero siempre hay algún problema por el cuál se demora. Evidentemente han hecho un mal manejo fondos, han invertido mal nuestro dinero”, expresó Mariano, uno de los damnificados, al programa "Vos Sos Voz", que se emite por LA BRÚJULA 24 FM 93.1.
Jésica es otra de las personas inscriptas que teme que la empresa presente quiebra y la deje con las manos vacías: “Hace 4 años firmé el convenio con DyF para financiar la construcción de una casa dentro del barrio ubicado en Sixto Laspiur al 3300, entre el adelanto y las cuotas ya pagué 27 mil pesos. Ayer quise darle de baja al plan y no me lo aceptaban. Me terminó sacando un guardia de seguridad”, contó la mujer.
Un dato que sirve como ejemplo del difícil escenario económico y financiero que atraviesa DyF es que desde hace varios meses la firma paga unos 200.000 pesos de alquiler en concepto de resarcimiento económico a un centenar de personas debían rescindir sus contratos para ingresar a vivir en la casas que se construían.
En tanto, de acuerdo con información a la que logró acceder LB24, una de las alternativas que maneja Dy F es el cambio de administración fiduciaria, hoy a cargo del Ingeniero Sergio Favretto. Dicha maniobra implicaría entregar los balances y negociar con cada uno de los preadjudicatarios, quienes podrían quedarse con la propiedad a medio construir.
A medida que la crisis del proyecto cobra difusión pública, las denuncias en los medios de comunicación se multiplican. Sus responsables han decidido guardar silencio y no dar explicaciones. La gente, por su parte, comienza a organizarse para llevar su reclamo a la justicia.
Texto y foto www.labrujula24.com
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