El último campeón del fútbol argentino inició la defensa de su título con una victoria 1-0 sobre el Millonario en el Monumental, con un gol de Sebastián Fernández (ST 29m). El Taladro aprovechó su chance y le dio un duro cachetazo al equipo de Astrada, que fue inoperante arriba.La gente de River llegó ilusionada al Monumental para ver al renovado y esperanzado conjunto de Leonardo Astrada, pero se encontró con un equipo lento, sin ideas en ofensiva y carente de explosión. Enfrente, el mismo Banfield campeón: firme, sólido y listo para golpear en el momento oportuno. Así lo hizo, y ganó 1-0 en el arranque del torneo Clausura.
El primer tiempo tuvo un desarrollo realmente parejo, con dos equipos muy ordenados en el fondo, preocupados por no dejarle ni un centímetro al rival para crear en el centro del campo y sin demasiadas ideas en ataque para quebrar ambas murallas. En definitiva, la etapa inicial tuvo pocas situaciones sobre los arcos y hasta dejó momentos soporíferos.
En el Millonario, la zaga estuvo firme y contó con un Alexis Ferrero atento y dispuesto a salir unos metros más adelante para cortar y salir jugando. Adelante, Ariel Ortega mostró mucha movilidad e intentó hacerse eje, aunque no encontró compañía que terminar las acciones de manera provechosa y fue bien sostenido por Roberto Battión.
Rodrigo Rojas, otra de las nuevas caras, arrancó por la derecha, pero en muchas oportunidades se fue hacia el centro y se perdió. Paulo Ferrari pasó poco y Juan Manuel Díaz ni siquiera se asomó hasta la mitad de la cancha. Funes Mori y Vallalva buscaron con su picardía habitual, pero perdieron físicamente frente a los duros defensores del campeón.
¿Qué hizo el Taladro? Respetó lo que hizo en el torneo anterior: nunca se aceleró, jugó al ritmo de Walter Erviti, figura en el círculo central, y trató de acertar en alguna estocada a fondo, aunque sin dudas extrañó muchísimo la potencia de Santiago Silva para abrir espacios. Sin embargo, Rubén Ramírez tuvo la más clara a los dos minutos con un cabezazo que Daniel Vega tiró al córner.
Banfield se mostró más encendido y con ganas de cambiar el trámite en el arranque del complemento, pero sus intenciones no se terminaron de transformar en situaciones y el conjunto visitante se fue apagando y retrasando para regalarle el manejo de la pelota al dueño de casa, que la tomó y empezó a inclinar la cancha.
Pero River tampoco tenía la llave para abrir el cerrojo. Astrada la buscó con el ingreso de Barrado por Villlalva, para poner la gambeta de Ortega más cerca del arco rival y colocar a Rojas como enganche para aprovechar su velocidad y su pegada. El resultado: apenas un tiro de Matías Abelairas a las manos de Cristian Lucchetti y un disparo débil de Barrado.
Parecía que el 0-0 estaba clavado a fuego, hasta que el Millonario, inexplicablemente, perdió totalmente su equilibrio defensivo, ese que había exhibido en la etapa inicial. A los 26, Fernández aprovechó un mal salto de Quiroga, enfrentó a Vega y estrelló su remate cruzado contra el palo. Un minutos más tarde, el uruguayo volvió a quedar mano a mano y perdió otra vez con el uno. ¿Se acomodó? ¿Aprendió de los errores? No. Faltaba uno más, y determinante. Erviti, ya recostado sobre el sector derecho tras el ingreso de Emmanuel Pio, encaró en velocidad, dejó parados a Ferrari y Ferrero con un tacazo hacia adentro y habilitó a Fernández, quien se sacó de encima a Díaz y la puso contra el poste derecho de Vega, quien nada pudo hacer.
¿Qué hizo River? Astrada mandó a la cancha a Gustavo Bou y al debutante Gustavo Canales para sumar gente en ofensiva y apretar. Pero los centros cruzados fueron inservibles frente a Víctor López y compañía, que ganaron absolutamente todo. La más clara fue un disparo desde afuera de Rojas que pasó besando el palo.
Texto y foto www.tycsports.com
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