Independiente empató 0-0 con Quilmes en el Centenario, sigue en zona de descenso y no pudo aprovechar el duelo directo con el Cervecero, que lo antecede en los promedios. Leguizamón derrochó dos chances claras para el Rojo, mientras que el local fue más en el complemento.
Independiente y Quilmes, protagonistas principales de la pelea por quedarse en Primera, igualaron 0-0 en el Centenario y no pudieron calmar sus respectivas necesidades. El Rojo sigue en zona de descenso y dejó pasar la chance de descontarle puntos a un competidor directo.
A los dos minutos de juego, Maglio debió parar el fútbol porque se arrojaron bengalas al campo de manera temeraria. Los problemas no pasaron a mayores y, en la reanudación, el Rojo avisó con un tiro libre de Ferreyra y un remate de Leguizamón. Pero los visitantes, con Miranda y sin Zapata, no pudieron sostener el rendimiento y cayeron en una nebulosa de errores.
Por su parte, Quilmes también tuvo problemas de generación por la noche apagada de su enganche Elizari. Lo más productivo llegó a través de los laterales largos y penetrantes de Goñi, que generaron despejes peligrosos de la defensa roja. A los 41, en una jugada de este tipo, Oberman contó con la gran chance de abrir el marcador.
A la hora de iniciar el complemento, Gallego sacó a Fredes y puso a Zapata, que volvió tras su polémica con el entrenador. La variante no mejoró los problemas de creación de Independiente, que fue dominado por el ímpetu anfitrión. Mattos preocupó con un tiro desde fuera del área y Rodríguez se erigió como figura al ahogarle al gol a Oberman. En tanto, Caicedo y Leguizamón dilapidaron las únicas dos maniobras potables del Rojo en ataque.
En definitiva, el reparto de puntos dejó complicados a los dos. Un poco más a Independiente, porque sigue entre los tres que estarían perdiendo la categoría. Pero Quilmes divide por dos temporadas y mantiene la soga en el cuello. Además de mantener la preocupación por la permanencia, ambos cerraron la noche con lamento debido a las chances no aprovechadas en la final de la zona baja.
A los dos minutos de juego, Maglio debió parar el fútbol porque se arrojaron bengalas al campo de manera temeraria. Los problemas no pasaron a mayores y, en la reanudación, el Rojo avisó con un tiro libre de Ferreyra y un remate de Leguizamón. Pero los visitantes, con Miranda y sin Zapata, no pudieron sostener el rendimiento y cayeron en una nebulosa de errores.
Por su parte, Quilmes también tuvo problemas de generación por la noche apagada de su enganche Elizari. Lo más productivo llegó a través de los laterales largos y penetrantes de Goñi, que generaron despejes peligrosos de la defensa roja. A los 41, en una jugada de este tipo, Oberman contó con la gran chance de abrir el marcador.
A la hora de iniciar el complemento, Gallego sacó a Fredes y puso a Zapata, que volvió tras su polémica con el entrenador. La variante no mejoró los problemas de creación de Independiente, que fue dominado por el ímpetu anfitrión. Mattos preocupó con un tiro desde fuera del área y Rodríguez se erigió como figura al ahogarle al gol a Oberman. En tanto, Caicedo y Leguizamón dilapidaron las únicas dos maniobras potables del Rojo en ataque.
En definitiva, el reparto de puntos dejó complicados a los dos. Un poco más a Independiente, porque sigue entre los tres que estarían perdiendo la categoría. Pero Quilmes divide por dos temporadas y mantiene la soga en el cuello. Además de mantener la preocupación por la permanencia, ambos cerraron la noche con lamento debido a las chances no aprovechadas en la final de la zona baja.
Texto y foto www.tycsports.com
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