Cortó una racha de cuatro encuentros sin alegrías en el torneo con una victoria en el Nuevo Gasómetro, tomó confianza para la Copa y se puso a tres puntos de Colón. Los goles los hicieron Julio Buffarini de penal y Héctor Villalba.
San Lorenzo construyó este jueves un buen y necesario triunfo por 2-0 ante Arsenal en el Nuevo Gasómetro, después de cuatro partidos sin éxitos en el Torneo Final, y se mantuvo a tres puntos del líder Colón. De todas formas, el encuentro no se vio exento de jugadas discutidas.
El Ciclón fue superior en el primer tiempo, por el arranque y por la presencia en el área contraria. Cristian Campestrini apareció ante Ignacio Piatti y Leandro Romagnoli, mientras que la visita respondió con un tiro desviado de Martín Rolle.
Hasta que Mauro Vigliano cobró penal de Campestrini sobre Mauro Matos y lo convirtió Julio Buffarini, quien más tarde cometió una mano en el área propia ignorada por el juez. Corría el minuto 28, y el Azulgrana encontraba la ventaja. Luego, Leandro González Pírez le sacó a Ángel Correa un tiro con destino de red.
En el complemento, Campestrini volvió a aparecer ante Mauro Matos, y Rolle ejecutó un tiro libre muy cerca. Hasta que, a los 33 minutos, el ingresado Héctor Villalba apareció solo por derecha y batió a Campestrini para decretar cifras definitivas.
Después, y sin la profundidad necesaria como para inquietar con insistencia, los de Gustavo Alfaro volvieron a amenazar con Rolle y luego con Julio Furch y el mismo Rolle en la misma jugada, pero en todos los casos se interpuso Cristian Álvarez. En este último, Emmanuel Más quedó envuelto en nuevos reclamos al cometer otra mano en su área.
Con más polémicas que las que merecía por el juego exhibido, el Ciclón cosechó tres puntos que lo mantienen al acecho en el campeonato y le inyectan ánimos para afrontar la semana en la que se juega su continuidad en la Libertadores. Para los de Edgardo Bauza, fue un alivio en el momento justo.
Texto y foto www.tycsports.com
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