El Ciclón superó por 1-0 a un durísimo Quilmes con un cabezazo de Piatti (ST 10m), sumó su tercera victoria consecutiva en el campeonato y comparte la cima con Estudiantes y Colón. El Cervecero tuvo más chances claras, pese a que le costó tener la pelota.
San Lorenzo arrancó el campeonato con una dura derrota en Bahía, donde dejó una pálida imagen. Sin embargo, tras otra caída por la Copa Libertadores ante Botafogo, el Ciclón se levantó y esta tarde sumó su tercera victoria consecutiva en el Torneo Final para meterse otra vez entre los candidatos. Fue 1-0 ante un Quilmes que lo complicó mucho con poco.
El conjunto azulgrana tuvo la pelota durante todo el primer tiempo y apenas se la prestó a la visita, pero careció de velocidad y precisión de tres cuartos en adelante y no complicó. Caruso planteó un encuentro con dos líneas de cuatro bien paradas y el local no pudo romperlas. Apenas contó con dos cabezazos forzados de Matos que se perdieron lejos.
El conjunto azulgrana tuvo la pelota durante todo el primer tiempo y apenas se la prestó a la visita, pero careció de velocidad y precisión de tres cuartos en adelante y no complicó. Caruso planteó un encuentro con dos líneas de cuatro bien paradas y el local no pudo romperlas. Apenas contó con dos cabezazos forzados de Matos que se perdieron lejos.
La última jugada de la etapa inicial fue una contra del Cervecero que podría haber cambiado la historia. San Lorenzo quedó mal parado, Bontempo llegó en solead por la izquierda y Torrico contuvo contra un palo. No sería la última zozobra del fondo azulgrana. Claro que el balón era propiedad de local y alguna iba a tener.
Esa llegó a los 10 del segundo tiempo, justo cuando Quilmes se había adelantado. Matos aguantó y descargó para Correa, quien se sacó un hombre y luego quiso definir, pero Dulcich le tapó el disparo; el juvenil la recuperó y tiró el centro para Piatti -de floja actuación-, quien cabeceó solo. El 1-0 le dio tranquilidad al local, que siguió buscando.
Bauza sacó a Piatti, Romagnoli y Correa para cuidarlos de cara al choque del jueves por la Copa y el Ciclón lo sintió. Los ingresos de Villalba y Cavallaro le aplicaron vértigo al equipo, que perdió la pausa y entró en una desesperación por definirlo. Además, se retrasó peligrosamente para aprovechar la contra, aunque le faltó claridad para hacerlo.
Y Quilmes, perdido por perdido, fue con sus pocas armas. Primero lo tuvo Garnier con un cabezazo que Torrico sacó al corner. Luego llegó un centro bajo que Carrasco no logró empujar al gol por el segundo palo. Y la última, a los 42, Lema ganó de arriba y el arquero del Ciclón se vistió otra vez de héroe. Fue 1-0, con lo justo. Pero el Ciclón está otra vez ahí, en la pelea.
Texto y foto www.tycsports.com
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