El taekwondo argentino se vistió de oro en los Panamericanos de Guadalajara de la mano de Sebastián Crismanich, quien se quedó con el primer lugar del podio en la categoría hasta 80 kilogramos y redondeó una jornada inolvidable, con victorias que quedarán en la memoria.
El correntino disputó una final apasionante ante el venezolano Carlos Vásquez -había superado al mexicano Uriel Adriano en semis- y se impuso por un ajustado 12-9 gracias a un golpe a la cabeza sobre el cierre del tercer asalto. Fue cambiante, pero el argentino siempre manejó las acciones.
Crismanich estuvo 7-2 por una patada al rostro, pero se descuidó en otro ataque y el venezolano se colocó a dos sobre el cierre del primer round. En el segundo, el correntino sumó otro tanto y llegó al tercero con ventaja de tres (8-5).
En el último, Vásquez conectó una patada con giro y el match quedó 9-8 a favor del argentino, que intentó cuidar y fue advertido. Sin embargo, a falta de pocos segundos para el final, Crismanich alcanzó el rostro y festejó por anticipado. Sabía que había logrado el oro.
El argentino había pasado la primera ronda con un categórico 12-0 (se definió por superioridad) ante el nicaragüense Michael Rodríguez y en cuartos dejó en el camino por nocaut al canadiense Sebastien Michaud, medalla de bronce el Mundial de Beijing 2007.
Ya en semis, Crismanich volvió a aprovechar su velocidad para avanzar con otro gran resultado. Durante el combate ante Solorzano, logró un golpe a la cabeza y sólo sufrió un punto por penalización para ganar por 8-1.
En tanto, diferente fue la suerte para la argentina Verónica Tajes, quien se despidió en la primera ronda de la categoría hasta 67 kilogramos al perder por un categórico 11-0 ante la colombiana Katherine Dumar.
Texto y foto http://www.tycsports.com/
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