El Millonario aprovechó las groseras fallas defensivas de la Academia y le ganó por 3-0 en el Cilindro, con tres goles del juvenil mendocino (PT 2m, 16m y 24m). Los dirigidos por Cappa lograron su segundo triunfo al hilo, mientras que los de Russo todavía no se aseguraron la permanencia. Almeyda (ST 37m) fue expulsado en el visitante.
El River de Angel Cappa le hizo culto a la contundencia en el arranque del partido y se impuso por 3-0 sobre el entonado Racing, en Avellaneda. Con un triplete del juvenil mendocino Rogelio Funes Mori, el Millonario dio otro paso hacia adelante en su proyecto de reconstrucción y sumó su segundo triunfo consecutivo. Por su parte, la Academia no pudo conseguir el punto que necesitaba para eludir la Promoción y ahora deberá esperar que Central no le gane a Estudiantes.
El secreto de la consolidación que construyó Racing se había basado, fundamentalmente, en la solidez y la sobriedad de su última línea. Pero, paradójicamente, esa defensa que le permitió alejarse de la Promoción fue la misma que hoy mostró un rendimiento deplorable. Ese conjunto de errores individuales y colectivos fueron aprovechados al máximo por el Millonario y por Funes Mori, que rompió su sequía justo cuando sobrevuela el nombre de David Trezeguet.
La apertura del marcador llegó a los dos minutos, cuando el partido recién amanecía. River mostró sus cartas de entrada y dejó en claro que su propuesta sería atacar de manera asociada por la franja derecha. Y por ese sector, llegó el desborde de Mauro Díaz que conectó de cabeza Funes Mori. Luego del gol, la Academia decidió adelantarse y tomó riesgos para ir por el empate. La defensa riverplatense también tambaleó y el arquero Daniel Vega le atajó un mano a mano a Claudio Bieler. Y poco después, una escalada notable de Matías Cahais no terminó en festejo por culpa del travesaño.
Luego de sufrir esos sofocones, el Millonario vio la luz gracias a una grosera falta de coordinación entre Matías Martínez y Jorge De Olivera. A los 16, el central chaqueño no se entendió con el arquero y demoró una eternidad en despejar. Y cuando lo hizo, Funes Mori le robó la pelota y, tras enganchar con clase ante De Olivera, definió como un goleador nato. En otra combinación de falencias defensivas y contundencia ofensiva, el equipo visitante construyó una buena jugada por derecha que definió de cabeza Funes Mori, luego de que Ferrari levantara la pelota.
Con la receta de manejar el balón con prolijidad y establecer paredes por todo el campo, los dirigidos por Cappa consiguieron una ventaja excesiva pero, en definitiva, legítima. Por su parte, los de Russo jamás lograron ordenarse tácticamente para reducir el espacio entre los volantes y los defensores. Antes del descanso, Bieler estuvo a punto de descontar, pero su disparo abolló el travesaño.
En el inicio del complemento, Rogelio Funes Mori casi capitaliza una nueva desatención de Lucas Aveldaño. Russo, fiel a su estilo, sólo se animó a cambiar de intérpretes. El ingreso de Lucas Castromán por Lluy le dio mayor agresividad al ataque del local, pero la falta de efectividad no se alteró. En una de las más claras, Gabriel Hauche (reemplazante de Lugüercio) no pudo aprovechar el pase de cabeza que le había dado Bieler. Con un Grazzini demasiado interminente, Racing debió conformarse con tibios intentos viciados de imprecisión. Ni siquiera la expulsión de Almeyda, por doble amarilla, logró generar una reacción. En el final, Affranchino, Funes Mori y Ferrari derrocharon la posibilidad de estirar la brecha.
Pese a que su equipo no brilló, Cappa se debe haber ido contento porque se aprobó la materia Administración de ventajas. Por primera vez desde que asumió, sus dirigidos hicieron el primer gol. En los duelos con Godoy Cruz, Estudiantes y Vélez, River había sido víctima de la contundencia de sus rivales, que lo habían golpeado sin demasiados merecimientos. Pero esta vez, el que golpeó fue el Millonario. De cara al semestre más complicado de su historia, el club de Núñez nutre su esperanza e imagina un futuro mejor.